Universo - Cúmulos estelares
Cúmulos Abiertos
Existen
los cúmulos abiertos, o galácticos, llamados así porque están relativamente
próximos a nosotros en el disco de la galaxia. Generalmente sólo tienen
decenas o cientos de miembros, por lo que podemos verlos claramente.
La mayoría de sus estrellas tienen menos edad que nuestro Sol, y algunas
son las más jóvenes que podemos encontrar.Las Pléyades (también conocidas
como las Siete Hermanas o M45), en la constelación de Tauro, es un famoso
cúmulo abierto. En él se pueden distinguir seis o siete estrellas a
simple vista y, mediante el telescopio, se pueden ver otras más débiles.
No muy lejos de las Pléyades está Aldebaran, el ojo sanguinolento de
Taurus el Toro , y un poco más allá, un grupo de estrellas en forma
de V, que componen el cúmulo de Hyades, uno de los más "cerrados"
de los racimos abiertos. No siempre es fácil separar las estrellas que
están en primer o segundo plano, de los verdaderos miembros de un cúmulo.
Si, como ocurre con las Hyades, el cúmulo esta suficientemente próximo
a nosotros, un buen estudio permite distinguir sus componentes porque
se mueven con una velocidad y dirección común. En realidad, el Sol se
desplaza por una asociación de estrellas, llamada a veces el cúmulo
móvil de la Osa Mayor, que abarca a la mayoría de miembros de esta constelación
y a otras estrellas desperdigadas por el cielo, como revela su movimiento
rutinario.
Cúmulos Globulares
Dispersos por el cielo hay
más de cien cúmulos de estrellas globulares. Estas gigantescas agrupaciones
tienen unos quince mil millones de años de edad, tantos como la Vía
Láctea. Observadas a través de un pequeño telescopio, parecen pequeñas
bolas borrosas, pero instrumentos más potentes (con apertura de 20 cm
o más) convierten esas bolas en miles de estrellas. Los cúmulos globulares
han sido objeto de observación y estudio casi desde la invención del
telescopio. Abraham Ihle encontró el gran cúmulo en Sagitario, al que
ahora llamamos M22, en 1665, y en 1786, William Herschel llegó a la
conclusión de que, como estos cúmulos tenían manchas, "su formación
está compuesta por estrellas". La mayoría de cúmulos globulares,
aunque los vemos en nuestra galaxia, no están en ella, pues lo que percibimos
es su halo o sus periferias.
El hemisferio sur es el mejor yacimiento de estos gigantescos y remotos
enjambres de vetustas estrellas, una de las cuales, Omega Centauri (un
gran cúmulo oval de cientos de miles de miembros), puede verse a simple
vista, sobre todo en primavera, desde las zonas más meridionales. 47
Tucanae, quizás el cúmulo globular más bello de todos, reserva su gloriosa
exhibición sólo para los habitantes del hemisferio sur. El mejor cúmulo
del hemisferio norte es M13, en Hércules. A veintitrés mil años luz
de distancia,pero con una anchura de cien años luz, este cúmulo es fácil
de encontrar en una cara de la "piedra angular", en Hércules.
¿Cómo sería la perspectiva desde un cúmulo globular? El cielo aparecería
poblado por cientos de estrellas brillantes, como Vega, y la noche tendría
una luminosidad crepuscular. Sin embargo, la mejor vista, desde los
muchos cúmulos globulares, sería, quizás, la del lienzo que forma la
Vía Láctea, con sus brazos en espiral extendiéndose para abarcar la
mitad del cielo.
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